dimarts, 10 de juliol del 2018

Anarcomaçoneria

El compàs i l'escaire, símbols maçònicsAnarquistes i maçones i maçons.  
"Uno no es necesariamente un anarquista porque se declare anarquista. Y uno no es necesariamente masón porque haya sido iniciado a los misterios de la masonería. En uno y otro caso sólo se será si los compañeros o los hermanos los reconocen como tal".  


 

La revista llibertària LIBRE PENSAMIENTO (núm. 92, Madrid, Tardor 2017) publica un article del militant llibertari i francmaçó Galo Sánchez  en que vol demostrar les diverses influències, interrelacions i concurrències que  hi ha des d’un principi entre un moviment de caire social heterodox com l’anarquisme i una altra heterodòxia, la Francmaçoneria. 

Fins ara la majoria d’aportacions a l’anarcomaçoneria que tractem ens arribaven des de l’hexàgon francès, ara apareixen en la mateixa península Ibèrica. De la mateixa manera que es parla d'anarcosindicalisme o anarcoprimitivisme, entre altres, ara es comença a parlar d'anarcomaçoneria, com podem llegir en aquest escrit a LIBRE PENSAMIENTO

 Anarquistas y masones

Galo Sánchez (Escritor, masón y libertario)

En este artículo se pretende demostrar las influencias, interrelaciones y concurrencias que se han dado entre un movimiento de carácter social heterodoxo como el anarquismo y otra ideología, también heterodoxa, como la masonería. Al profundizar es fácil comprender la atracción mutua


Los inicios de ambas ideologías 

Lo que sorprende a muchos libertarios/as actuales es como una asociación liberal, filantrópica, iniciática y en algunos casos esotérica, haya tenido una influencia tan importante en el desarrollo del movimiento obrero desde sus inicios. Cuesta creer que, a pesar de la perspectiva actual que conserva los prejuicios y escrúpulos de un sector del movimiento anarquista contra los aburridos burgueses de la sociedad masónica, ambas corrientes sigan creyendo en la idea utópica que las hizo nacer.

Las ideas que han sostenido librepensadores, masones y anarquistas como veremos, en el fondo, son muy parecidas. La antigua Grecia también vio el primer ejemplo de anarquismo occidental como un ideal filosófico, en las ideas del filósofo Zenón de Citio, quien -de acuerdo con Piotr Kropotkin- fue «el mejor exponente de la filosofía anarquista en la antigua Grecia...», posteriormente fue a través de los escritos de John Locke o de William Godwin que la ideas caminaron juntas. Se mostraron de una manera más evidente a través del Enciclopedismo de Diderot, Alambert y Voltaire, todos ellos masones pertenecientes a la logia Les Neuf Soeurs, se evidenciaba así que la masonería es heredera de la Ilustración, pero también que los ilustrados alimentaron toda la intelectualidad anarquista, ambas ideologías, sin lugar a dudas, pretenden transformar la sociedad aunque existan algunas diferencias.

Ya el pensamiento político delineado por Lessing, filósofo y masón, en el segundo de los Diálogos para Francmasones, en 1778, puede caracterizarse cómo utópico y anarquista. Cuando considera que «el mejor gobierno es la falta de gobierno»1. Si bien, él elige la vía «más paciente» que consiste en educar a los hombres con el objeto de que alcancen un dominio de sí mismos que les permita autogobernarse, sin necesidad de una coacción exterior.  

Frecuentemente se afirma, y no hace falta ningún comentario, que los primeros ideólogos anarquistas fueron francmasones, específicamente Pierre-Joseph Proudhon, Mikhail Alexandrovich Bakunin y Pyotr Alexeyevich Kropotkin. En el caso de Bakunin llegó a poseer el grado 32º. No sólo ellos como veremos más adelante, sino muchos de los participantes en la Primera Internacional y la Comuna de París eran francmasones, y por lo tanto, algunos dicen que el movimiento anarquista es una construcción masónica.

Sorprende igualmente la gran cantidad de símbolos idénticos entre la masonería y el anarquismo, también la concordancia organizativa, el mismo sentimiento identitario sobre el individuo entre ácratas y masones. 


La organización de la Primera Internacional 

Dado que, los masones fueron los auténticos organizadores de la A. I. T., no cabe duda que éstos pudieron proponer o influir en dicha iconografía, obteniendo para ello el apoyo del resto de internacionalistas. Podemos verlo en el logotipo elegido por el Anarquismo o en el de la Primera Internacional, es decir, la letra ‘A’ que no deja de ser el «nivel de plomada» dentro de un circulo también usado en la Orden Masónica.

Destacados internacionalistas como Le Lubez, Combault, Vésinier o Benoit, según Max Nettlau, fueron los auténticos organizadores de la A. I. T. todos pertenecientes a la Gran Logia de los Filadelfos donde también estaban republicanos y socialistas célebres como Jean-Baptiste Boichot, Bradlaugh, o Louis Blanc.

Dentro del movimiento anarquista internacional pertenecieron a la Masonería además de Proudhon y Bakunin, Faure, los hermanos Elie, Elisée y Paul Reclus, Louise Michel, Jules Vallès, Buonarroti, Giuseppe Fanelli, Malatesta, Robin, Farga Pellicer, Fermín Salvoechea o Ferrer y Guardia.

¿Pero qué contradicción podría haber entre unos y otros? Tanto para el anarquismo como para la masonería el denominador común es el ser humano. Ambos se basan en la moral del comportamiento humano. Ambos reivindican la universalidad. Ambos tienen un compromiso con lo social. Y la mayoría de la simbología se corresponde con estos hechos. Entonces cabe preguntarse ¿sirvió la francmasonería2 de escuela filosófica, moral y hasta organizativa de una parte destacada del primer movimiento obrero? Creo que sí.

Los obreros se organizan al estilo de los antiguos gremios y al sindicato lo llaman logia. La Gran Logia de los Filadelfos ayudó a reunir la Primera Internacional y se usaban locales de las logias para reunirse como sindicatos. Max Nettlau señala que la Gran Logia de Inglaterra cedió su Free Masons Tavern para que Marx diera su famoso mitin en la fiesta de la Fraternización Internacional del 5 de agosto de 1862.

Un viejo masón e internacionalista italiano Enrico Bignami, escribió, en 1913, a la logia milanesa Carlo Cattaneo qdolors@copc.catue «fue bajo la bóveda estrellada de un Templo donde pude constituir la primera sección italiana de la Internacional». También Volin, por esas fechas, dejaría el Partido Socialista Revolucionario y se pasaría al anarquismo sin dejar su Logia la Parfaite Union del Grand Oriente de Francia. 


Ferrer i Guardia y la masonería  

El hermano Francisco Ferrer escribió: «...precisamente, la demencia de aquellos que no entienden la anarquía proviene de la impotencia donde están concibiendo una sociedad razonable. Se podría decir por tanto de la masonería, que es una sociedad eminentemente razonable».

Ferrer i Guardia había sido iniciado, en 1884, en la logia La Verdad de Barcelona, donde escogió Cero como su nombre simbólico. La iniciación de Ferrer se debe posiblemente a su relación con Manuel Ruiz Zorilla, que siempre le protegió y del que llegó a ser secretario. Terminaron por desterrar a Ferrer i Guardia que tuvo que refugiarse en París, donde permanecerá 15 años y conocerá a los anarquistas Charles Malato, Sébastien Faure, Salvador Albert y posteriormente a Anselmo Lorenzo, en 1897, todos ellos masones. Ferrer continuó su andadura en el Gran Oriente de Francia y a su regreso a España, en 1901, fundó la Escuela Moderna basándose en las ideas krausistas.

En este sentido Adrián del Valle (Palmiro de Lidia) pone de manifiesto el algún artículo publicado en la Revista Blanca, que en la sociedad librepensadora «La Luz», se reunían gente muy dispar todos relacionados con el movimiento obrero, el anarquismo y la masonería. Allí se encontraban: Gaspar Sentiñón, Tarrida del Mármol, Cristóbal Litrán, Torrents Ros, Llunas y Pujals, Farga Pellicer o Anselmo Lorenzo.

Entonces cabe preguntarse ¿por qué esa doble militancia practicada por una serie de líderes obreros que también llegaron a ser líderes de una organización predominantemente burguesa? Posiblemente porque a la masonería puede unirse una persona libre sin renunciar a nada, es de esas organizaciones, quizás la única, que el ser miembro no supone un reclutamiento, deja libertad de pensamiento, no implica ninguna obligación incompatible con su ideal, ni siquiera con su religión, si es que la tiene, no coarta la libertad, no reduce las convicciones todo lo contrario las amplia.

Por lo tanto, no hay duda que un importante sector de la masonería ejerció, en el siglo XIX, una ayuda al proletariado en la lucha por su emancipación, a través de los obreros que se afiliaron en sus logias al ejercer una la labor pedagógica de formación integral y al ayudarles en la creación de mutualidades. La emancipación de los individuos en sus diversidades junto con el masón libre en la logia libre, hacen que un anarquista en masonería esté como pez en el agua.

Asimismo, los educaban para saber conducirse primero consigo mismo, por medio de una íntima moral interior, junto a los demás integrantes de su grupo y después con la sociedad en general, por medio de una laica, cívica y autodisciplinada práctica de la ética social. Más tarde terminarían como secretarios, representantes o delegados de su sindicato, agrupación u orfeón.  


Los anarco-masones españoles  

La crisis que se desata en el movimiento obrero, a causa de la represión gubernamental o de las propias crisis ideológicas internas, hace que el anarquismo acepte para su crecimiento la entrada de masones. El hecho de que en España se diera una revolución industrial tardía, es también uno de los factores por el que la masonería no empezó a iniciar proletarios hasta 1868. Aunque que continuará hasta el final de la guerra civil, en 1939.

Desde esa fecha, hubieron muchos anarcos-masones en la historia de España: Tomás Herreros, Miguel Abós, Francisco Gana, Cristobal Litrán, Isidoro Navarro, Alberto Carsí, Romaldo Crivelle, Liberto Callejas, Emili Martí, Albá Rosell (Germinal Alba). O los que fundaron la FAI, en 1927, Vicente Ballester, Avelino Gonzales Mallada, Sánchez Rosa, Eleuterio Quintanilla o Eusebio Carbo.

Pero si debemos de resaltar a algunos, comenzaremos con Anselmo Lorenzo que fue la figura principal del anarquismo español y también uno de los primeros con los que contactó Fanelli, en 1869, para formar la delegación española que asistió a la Conferencia de la Internacional, de 1871, fue fundador de la logia Hijos del Trabajo en Barcelona donde alcanzó el grado 18º.

También Miguel García Vivancos, fue miembro de la masonería. El que fue inseparable compañero de Ascaso y Durruti y uno de los fundadores del grupo Los Solidarios, aunque se apartaría de ellos para vincularse a García Oliver y al comité de Milicias, fundando el grupo Los Aguiluchos. Acabó la guerra de teniente coronel, se exilió junto a García Oliver y terminó siendo un reconocido pintor naif.

A Marín Civera Martínez, se le podía vincular al sector trentista de la CNT y terminó en el partido fundado por Ángel Pestaña, es un claro exponente del posibilismo libertario y un gran humanista. Siempre creyó que el anarquismo debía de participar en las instituciones, aunque nunca renunció a los fines revolucionarios para acabar con el sistema capitalista. Llegó a ser Venerable Maestro de la logia Patria Nueva n.º 4, del Gran Oriente Español y fue candidato a Gran Maestro.

Galo Díez, fue una de las principales figuras del anarquismo vasco y uno de los líderes de la huelga revolucionaria de 1917, logrando que CNT tuviera una gran influencia en el Norte. Se opuso a la entrada de CNT en la Internacional Comunista y fue delegado en la Conferencia de Zaragoza. Fue un gran orador y escritor, que me conste escribió cinco libros. Masónicamente perteneció al Gran Oriente Español.

Uno de los casos de superación humana fue Eleuterio Quintanilla. Comenzó como un simple chocolatero y terminó como profesor de filosofía. También durante su vida desarrolló la faceta de periodista en numerosas publicaciones, entre ellas: Tribuna Libre, Acción Libertaria, El Libertario o Solidaridad Obrera. Muy ligado a Ricardo Mella y a sus enseñanzas, fue miembro de la logia Jovellanos.

Por último, citar a Joaquín Delgado, joven militante hijo de exiliados y secretario del Frente Ibérico de las Juventudes Libertarias de Grenoble. Fue iniciado, el 22 de abril de 1960, en la Logia Les Apprentis Éternels del Gran Oriente de Francia.

A finales de 1962, el activismo en España se incrementó. Joaquín Delgado se integró en Defensa Interior y hacia el 1963 decidió instalarse clandestinamente en Madrid. Al poco tiempo, fue detenido junto con Francisco Granados y ambos fueron acusados de colocar unos artefactos explosivos el 29 de julio de 1963 en la Sección de Pasaportes de la Dirección General de Seguridad y en la Delegación Nacional de Sindicatos.

Aunque negaron los hechos, después de un juicio carente de garantías fueron condenados a muerte el 13 de agosto 1963 y los dos jóvenes libertarios fueron ejecutados a garrote cuatro días más tarde. Posteriormente en un programa realizado por la periodista Lala Gomá, para la televisión francesa, se reveló que los verdaderos autores fueron Antonio Martín Bellido y Sergio Hernández, también miembros de Defensa Interior. 


Masones comprometidos y anarquistas con dudas 

Pero también hubo otros que, sin ser específicamente anarquistas, estuvieron vinculados con la masonería y el anarquismo como:

Odón de Buen, fundador de la oceanografía española fue maestro masón y grado 33º del Supremo Consejo para España. Se le conoció también como un gran defensor de la emancipación y de la igualdad de las mujeres. Su amistad con Ferrer i Guardia, nacida en la masonería le llevó, cuando era catedrático de ciencias naturales en la Universidad de Barcelona, a ofrecerse para colaborar en el proyecto de la Escuela Moderna, con la que participó intensamente. Esa decisión produjo, a petición del obispo Casañas, su expulsión momentánea de la cátedra. No se puede decir que fue un anarquista al uso, pero sirvió a su causa por la que fue perseguido y encarcelado varias veces, teniendo que exiliarse a Méjico donde murió.

Parece que siempre se ha querido ocultar que el Presidente interino de la Segunda República Española y Presidente de la Segunda República Española en el exilio, Diego Martínez Barrios, militó en el movimiento libertario, en 1902, entre los anarquistas radicales en Sevilla. Lerroux le ofreció integrarse en su Partido Radical, en 1905, del que llegó a ser uno de sus dirigentes. El 1 de julio de 1908, fue iniciado en la masonería 3 , en la Logia Fe de Sevilla. Tuvo un papel muy importante durante varias décadas en la masonería española que le llevó a ser el Gran Maestro del Gran Oriente Español.

Por último no debemos olvidarnos de hablar de Eduardo Barriobero. El tiempo no debe borrar de la memoria todo lo que realizó como abogado de la CNT en los años 1920 y 1930, lo que le valió a menudo ser encarcelado y tres intentos de asesinato por parte del Sindicato Libre. Estaba afiliado a su sindicato de profesiones liberales desde 1912, aunque militó políticamente en el partido Republicano Liberal. Fue redactor de la revista Germinal, y defendía un frente político único de republicanos, socialistas y anarquistas.

Fue miembro activo de la Liga Española para la Defensa de los Derechos del Hombre y de los pueblos, donde coincidía con destacados representantes de la política y de la intelectualidad del liberalismo de izquierdas. La sección española de la Liga fue fundada por otro masón, Augusto Barcia, Gran Maestro y Soberano Gran Comendador de la masonería española. En 1936, la CNT lo nombró presidente de la Oficina Jurídica instalada en el Palacio de Justicia de Barcelona, que operaba como tribunal revolucionario. Fue ejecutado el 14 de febrero de 1939 en el Campo de la Bota, siendo la primera ejecución de los muchos asesinatos que el gobierno franquista hará en ese lugar.

El grupo Orto de FAI, se llegó a cuestionar si los masones debían formar parte del movimiento anarquista y en el punto 3º de la reunión que mantuvieron, el 28 de junio 1937, trataron el tema «Respecto a la Incompatibilidad de la FAI con la Masonería». Fernández Sebastián, intervino diciendo «... que en estos momentos se estima inoportuno e impolítico que figure en el orden del día dicho punto y no encuentra incompatible el que los Compañeros de la FAI puedan pertenecer a la masonería». A lo cual se suman los faístas Arturo Costales y Manuel Gómez, y del mismo modo Acracio Bartolomé. También eran masones en ese mismo grupo José Caveda Obaya y Eleuterio Quintanilla. En el grupo Solidaridad había otro par de masones como Avelino G. Mallada y José Arriba.

Uno no es necesariamente un anarquista porque se declare anarquista. Y uno no es necesariamente masón porque haya sido iniciado a los misterios de la masonería. En uno y otro caso sólo se será si los compañeros o los hermanos los reconocen como tal.

Notas

1 Véase la carta a Elisa Reimarus, 15 de marzo de 1781, en la que Jacobi indica las ideas políticas de Lessing, donde sostiene la necesidad de abolición de la sociedad civil. La carta es citada por Andreu Rodrigo en Lessing, Escritos filosóficos y teológicos.

2 Muchos creen, incluso entre los masones, que masonería y francmasonería son dos cosas distintas. En absoluto, ambas denominaciones son la misma cosa y se utilizan indistintamente.

3 ÁLVAREZ REY Leandro, Diego Martínez Barrio y la Masonería andaluza y española del siglo XX. REHMLAC: Revista de Estudios Históricos de la Masonería Látinoamericana y Caribeña (Universidad de Costa Rica), 2009.
4 GUERRA VÍCTOR, Masonería en Asturias, 2007.

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