"Uno
no es necesariamente un anarquista porque se declare anarquista. Y uno
no es necesariamente masón porque haya sido iniciado a los misterios de
la masonería. En uno y otro caso sólo se será si los compañeros o los
hermanos los reconocen como tal".
La revista llibertària
LIBRE PENSAMIENTO (núm. 92, Madrid, Tardor 2017) publica un article del militant llibertari i francmaçó
Galo Sánchez
en que vol demostrar les diverses influències, interrelacions i concurrències que
hi
ha des d’un principi entre un moviment de caire social heterodox com
l’anarquisme i una altra heterodòxia, la Francmaçoneria.
Fins ara la majoria d’aportacions a
l’anarcomaçoneria que tractem ens arribaven des de l’hexàgon francès,
ara apareixen en la mateixa península Ibèrica. De la mateixa manera que
es parla d'anarcosindicalisme o anarcoprimitivisme,
entre altres, ara es comença a parlar d'anarcomaçoneria, com podem
llegir en aquest escrit a LIBRE
PENSAMIENTO:
Anarquistas y masones
Galo Sánchez
(Escritor, masón y libertario)
En este artículo se pretende demostrar las
influencias, interrelaciones y concurrencias que se han dado entre un
movimiento de carácter social heterodoxo como el anarquismo
y otra ideología, también heterodoxa, como la masonería. Al profundizar
es fácil comprender la atracción mutua.
Los inicios de ambas ideologías
Lo que sorprende a muchos libertarios/as
actuales es como una asociación liberal, filantrópica, iniciática y en
algunos casos esotérica, haya tenido una influencia tan importante en el
desarrollo del movimiento
obrero desde sus inicios. Cuesta creer que, a pesar de la perspectiva
actual que conserva los prejuicios y escrúpulos de un sector del
movimiento anarquista contra los aburridos burgueses de la sociedad
masónica, ambas corrientes sigan creyendo en la idea
utópica que las hizo nacer.
Las ideas que han sostenido librepensadores,
masones y anarquistas como veremos, en el fondo, son muy parecidas. La
antigua Grecia también vio el primer ejemplo de anarquismo occidental
como un ideal filosófico,
en las ideas del filósofo Zenón de Citio, quien -de acuerdo con Piotr
Kropotkin- fue «el mejor exponente de la filosofía anarquista en la
antigua Grecia...», posteriormente fue a través de los escritos de John
Locke o de William Godwin que la ideas caminaron
juntas. Se mostraron de una manera más evidente a través del
Enciclopedismo de Diderot, Alambert y Voltaire, todos ellos masones
pertenecientes a la logia Les Neuf Soeurs, se evidenciaba así que la
masonería es heredera de la Ilustración, pero también que
los ilustrados alimentaron toda la intelectualidad anarquista, ambas
ideologías, sin lugar a dudas, pretenden transformar la sociedad aunque
existan algunas diferencias.
Ya el pensamiento político delineado por
Lessing, filósofo y masón, en el segundo de los Diálogos para
Francmasones, en 1778, puede caracterizarse cómo utópico y anarquista.
Cuando considera que «el mejor
gobierno es la falta de gobierno»1. Si bien, él elige la vía «más
paciente» que consiste en educar a los hombres con el objeto de que
alcancen un dominio de sí mismos que les permita autogobernarse, sin
necesidad de una coacción exterior.
Frecuentemente se afirma, y no hace falta
ningún comentario, que los primeros ideólogos anarquistas fueron
francmasones, específicamente Pierre-Joseph Proudhon, Mikhail
Alexandrovich Bakunin y Pyotr Alexeyevich
Kropotkin. En el caso de Bakunin llegó a poseer el grado 32º. No sólo
ellos como veremos más adelante, sino muchos de los participantes en la
Primera Internacional y la Comuna de París eran francmasones, y por lo
tanto, algunos dicen que el movimiento anarquista
es una construcción masónica.
Sorprende igualmente la gran cantidad de
símbolos idénticos entre la masonería y el anarquismo, también la
concordancia organizativa, el mismo sentimiento identitario sobre el
individuo entre ácratas y
masones.
La organización de la Primera Internacional
Dado que, los masones fueron los auténticos
organizadores de la A. I. T., no cabe duda que éstos pudieron proponer o
influir en dicha iconografía, obteniendo para ello el apoyo del resto
de internacionalistas.
Podemos verlo en el logotipo elegido por el Anarquismo o en el de la
Primera Internacional, es decir, la letra ‘A’ que no deja de ser el
«nivel de plomada» dentro de un circulo también usado en la Orden
Masónica.
Destacados internacionalistas como Le Lubez,
Combault, Vésinier o Benoit, según Max Nettlau, fueron los auténticos
organizadores de la A. I. T. todos pertenecientes a la Gran Logia de los
Filadelfos donde
también estaban republicanos y socialistas célebres como Jean-Baptiste
Boichot, Bradlaugh, o Louis Blanc.
Dentro del movimiento anarquista
internacional pertenecieron a la Masonería además de Proudhon y Bakunin,
Faure, los hermanos Elie, Elisée y Paul Reclus, Louise Michel, Jules
Vallès, Buonarroti, Giuseppe
Fanelli, Malatesta, Robin, Farga Pellicer, Fermín Salvoechea o Ferrer y
Guardia.
¿Pero qué contradicción podría haber entre
unos y otros? Tanto para el anarquismo como para la masonería el
denominador común es el ser humano. Ambos se basan en la moral del
comportamiento humano. Ambos
reivindican la universalidad. Ambos tienen un compromiso con lo social.
Y la mayoría de la simbología se corresponde con estos hechos. Entonces
cabe preguntarse ¿sirvió la francmasonería2 de escuela filosófica,
moral y hasta organizativa de una parte destacada
del primer movimiento obrero? Creo que sí.
Los obreros se organizan al estilo de los
antiguos gremios y al sindicato lo llaman logia. La Gran Logia de los
Filadelfos ayudó a reunir la Primera Internacional y se usaban locales
de las logias para
reunirse como sindicatos. Max Nettlau señala que la Gran Logia de
Inglaterra cedió su Free Masons Tavern para que Marx diera su famoso
mitin en la fiesta de la Fraternización Internacional del 5 de agosto de
1862.
Un viejo masón e internacionalista italiano
Enrico Bignami, escribió, en 1913, a la logia milanesa Carlo Cattaneo
qdolors@copc.catue «fue bajo la bóveda estrellada de un Templo donde
pude constituir la
primera sección italiana de la Internacional». También Volin, por esas
fechas, dejaría el Partido Socialista Revolucionario y se pasaría al
anarquismo sin dejar su Logia la Parfaite Union del Grand Oriente de
Francia.
Ferrer i Guardia y la masonería
El hermano Francisco Ferrer escribió:
«...precisamente, la demencia de aquellos que no entienden la anarquía
proviene de la impotencia donde están concibiendo una sociedad
razonable. Se podría decir por
tanto de la masonería, que es una sociedad eminentemente razonable».
Ferrer i Guardia había sido iniciado, en
1884, en la logia La Verdad de Barcelona, donde escogió Cero como su
nombre simbólico. La iniciación de Ferrer se debe posiblemente a su
relación con Manuel Ruiz
Zorilla, que siempre le protegió y del que llegó a ser secretario.
Terminaron por desterrar a Ferrer i Guardia que tuvo que refugiarse en
París, donde permanecerá 15 años y conocerá a los anarquistas Charles
Malato, Sébastien Faure, Salvador Albert y posteriormente
a Anselmo Lorenzo, en 1897, todos ellos masones. Ferrer continuó su
andadura en el Gran Oriente de Francia y a su regreso a España, en 1901,
fundó la Escuela Moderna basándose en las ideas krausistas.
En este sentido Adrián del Valle (Palmiro de
Lidia) pone de manifiesto el algún artículo publicado en la Revista
Blanca, que en la sociedad librepensadora «La Luz», se reunían gente muy
dispar todos relacionados
con el movimiento obrero, el anarquismo y la masonería. Allí se
encontraban: Gaspar Sentiñón, Tarrida del Mármol, Cristóbal Litrán,
Torrents Ros, Llunas y Pujals, Farga Pellicer o Anselmo Lorenzo.
Entonces cabe preguntarse ¿por qué esa doble
militancia practicada por una serie de líderes obreros que también
llegaron a ser líderes de una organización predominantemente burguesa?
Posiblemente porque
a la masonería puede unirse una persona libre sin renunciar a nada, es
de esas organizaciones, quizás la única, que el ser miembro no supone un
reclutamiento, deja libertad de pensamiento, no implica ninguna
obligación incompatible con su ideal, ni siquiera
con su religión, si es que la tiene, no coarta la libertad, no reduce
las convicciones todo lo contrario las amplia.
Por lo tanto, no hay duda que un importante
sector de la masonería ejerció, en el siglo XIX, una ayuda al
proletariado en la lucha por su emancipación, a través de los obreros
que se afiliaron en sus logias
al ejercer una la labor pedagógica de formación integral y al ayudarles
en la creación de mutualidades. La emancipación de los individuos en
sus diversidades junto con el masón libre en la logia libre, hacen que
un anarquista en masonería esté como pez en
el agua.
Asimismo, los educaban para saber conducirse
primero consigo mismo, por medio de una íntima moral interior, junto a
los demás integrantes de su grupo y después con la sociedad en general,
por medio de
una laica, cívica y autodisciplinada práctica de la ética social. Más
tarde terminarían como secretarios, representantes o delegados de su
sindicato, agrupación u orfeón.
Los anarco-masones españoles
La crisis que se desata en el movimiento
obrero, a causa de la represión gubernamental o de las propias crisis
ideológicas internas, hace que el anarquismo acepte para su crecimiento
la entrada de masones.
El hecho de que en España se diera una revolución industrial tardía, es
también uno de los factores por el que la masonería no empezó a iniciar
proletarios hasta 1868. Aunque que continuará hasta el final de la
guerra civil, en 1939.
Desde esa fecha, hubieron muchos
anarcos-masones en la historia de España: Tomás Herreros, Miguel Abós,
Francisco Gana, Cristobal Litrán, Isidoro Navarro, Alberto Carsí,
Romaldo Crivelle, Liberto Callejas,
Emili Martí, Albá Rosell (Germinal Alba). O los que fundaron la FAI, en
1927, Vicente Ballester, Avelino Gonzales Mallada, Sánchez Rosa,
Eleuterio Quintanilla o Eusebio Carbo.
Pero si debemos de resaltar a algunos,
comenzaremos con Anselmo Lorenzo que fue la figura principal del
anarquismo español y también uno de los primeros con los que contactó
Fanelli, en 1869, para formar
la delegación española que asistió a la Conferencia de la
Internacional, de 1871, fue fundador de la logia Hijos del Trabajo en
Barcelona donde alcanzó el grado 18º.
También Miguel García Vivancos, fue miembro
de la masonería. El que fue inseparable compañero de Ascaso y Durruti y
uno de los fundadores del grupo Los Solidarios, aunque se apartaría de
ellos para vincularse
a García Oliver y al comité de Milicias, fundando el grupo Los
Aguiluchos. Acabó la guerra de teniente coronel, se exilió junto a
García Oliver y terminó siendo un reconocido pintor naif.
A Marín Civera Martínez, se le podía vincular
al sector trentista de la CNT y terminó en el partido fundado por Ángel
Pestaña, es un claro exponente del posibilismo libertario y un gran
humanista. Siempre
creyó que el anarquismo debía de participar en las instituciones,
aunque nunca renunció a los fines revolucionarios para acabar con el
sistema capitalista. Llegó a ser Venerable Maestro de la logia Patria
Nueva n.º 4, del Gran Oriente Español y fue candidato
a Gran Maestro.
Galo Díez, fue una de las principales figuras
del anarquismo vasco y uno de los líderes de la huelga revolucionaria
de 1917, logrando que CNT tuviera una gran influencia en el Norte. Se
opuso a la entrada
de CNT en la Internacional Comunista y fue delegado en la Conferencia
de Zaragoza. Fue un gran orador y escritor, que me conste escribió cinco
libros. Masónicamente perteneció al Gran Oriente Español.
Uno de los casos de superación humana fue
Eleuterio Quintanilla. Comenzó como un simple chocolatero y terminó como
profesor de filosofía. También durante su vida desarrolló la faceta de
periodista en numerosas
publicaciones, entre ellas: Tribuna Libre, Acción Libertaria, El
Libertario o Solidaridad Obrera. Muy ligado a Ricardo Mella y a sus
enseñanzas, fue miembro de la logia Jovellanos.
Por último, citar a Joaquín Delgado, joven
militante hijo de exiliados y secretario del Frente Ibérico de las
Juventudes Libertarias de Grenoble. Fue iniciado, el 22 de abril de
1960, en la Logia Les Apprentis
Éternels del Gran Oriente de Francia.
A finales de 1962, el activismo en España se
incrementó. Joaquín Delgado se integró en Defensa Interior y hacia el
1963 decidió instalarse clandestinamente en Madrid. Al poco tiempo, fue
detenido junto
con Francisco Granados y ambos fueron acusados de colocar unos
artefactos explosivos el 29 de julio de 1963 en la Sección de Pasaportes de la Dirección General de Seguridad y en la
Delegación Nacional de Sindicatos.
Aunque negaron los hechos, después de un
juicio carente de garantías fueron condenados a muerte el 13 de agosto
1963 y los dos jóvenes libertarios fueron ejecutados a garrote cuatro
días más tarde. Posteriormente
en un programa realizado por la periodista Lala Gomá, para la
televisión francesa, se reveló que los verdaderos autores fueron Antonio
Martín Bellido y Sergio Hernández, también miembros de Defensa
Interior.
Masones comprometidos y anarquistas con dudas
Pero también hubo otros que, sin ser específicamente anarquistas, estuvieron vinculados con la masonería y el anarquismo como:
Odón de Buen, fundador de la oceanografía
española fue maestro masón y grado 33º del Supremo Consejo para España.
Se le conoció también como un gran defensor de la emancipación y de la
igualdad de las
mujeres. Su amistad con Ferrer i Guardia, nacida en la masonería le
llevó, cuando era catedrático de ciencias naturales en la Universidad de
Barcelona, a ofrecerse para colaborar en el proyecto de la Escuela
Moderna, con la que participó intensamente. Esa
decisión produjo, a petición del obispo Casañas, su expulsión
momentánea de la cátedra. No se puede decir que fue un anarquista al
uso, pero sirvió a su causa por la que fue perseguido y encarcelado
varias veces, teniendo que exiliarse a Méjico donde murió.
Parece que siempre se ha querido ocultar que
el Presidente interino de la Segunda República Española y Presidente de
la Segunda República Española en el exilio, Diego Martínez Barrios,
militó en el movimiento
libertario, en 1902, entre los anarquistas radicales en Sevilla.
Lerroux le ofreció integrarse en su Partido Radical, en 1905, del que
llegó a ser uno de sus dirigentes. El 1 de julio de 1908, fue iniciado
en la masonería 3 , en la Logia Fe de Sevilla. Tuvo
un papel muy importante durante varias décadas en la masonería española
que le llevó a ser el Gran Maestro del Gran Oriente Español.
Por último no debemos olvidarnos de hablar de
Eduardo Barriobero. El tiempo no debe borrar de la memoria todo lo que
realizó como abogado de la CNT en los años 1920 y 1930, lo que le valió a
menudo ser
encarcelado y tres intentos de asesinato por parte del Sindicato Libre.
Estaba afiliado a su sindicato de profesiones liberales desde 1912,
aunque militó políticamente en el partido Republicano Liberal. Fue
redactor de la revista Germinal, y defendía un frente
político único de republicanos, socialistas y anarquistas.
Fue miembro activo de la Liga Española para
la Defensa de los Derechos del Hombre y de los pueblos, donde coincidía
con destacados representantes de la política y de la intelectualidad del
liberalismo
de izquierdas. La sección española de la Liga fue fundada por otro
masón, Augusto Barcia, Gran Maestro y Soberano Gran Comendador de la
masonería española. En 1936, la CNT lo nombró presidente de la Oficina
Jurídica instalada en el Palacio de Justicia de Barcelona,
que operaba como tribunal revolucionario. Fue ejecutado el 14 de
febrero de 1939 en el Campo de la Bota, siendo la primera ejecución de
los muchos asesinatos que el gobierno franquista hará en ese lugar.
El grupo Orto de FAI, se llegó a cuestionar
si los masones debían formar parte del movimiento anarquista y en el
punto 3º de la reunión que mantuvieron, el 28 de junio 1937, trataron el
tema «Respecto
a la Incompatibilidad de la FAI con la Masonería». Fernández Sebastián,
intervino diciendo «...
que en estos momentos se estima inoportuno e impolítico que figure en el orden del día dicho punto y
no encuentra incompatible el que los
Compañeros de la FAI puedan pertenecer a la masonería». A lo cual se
suman los faístas Arturo Costales y Manuel Gómez, y del mismo modo
Acracio Bartolomé.
También eran masones en ese mismo grupo José Caveda Obaya y Eleuterio
Quintanilla. En el grupo Solidaridad había otro par de masones como
Avelino G. Mallada y José Arriba.
Uno no es necesariamente un anarquista porque
se declare anarquista. Y uno no es necesariamente masón porque haya
sido iniciado a los misterios de la masonería. En uno y otro caso sólo
se será si los compañeros
o los hermanos los reconocen como tal.
Notas
1
Véase la carta a Elisa Reimarus, 15 de marzo de 1781, en la que Jacobi
indica las ideas políticas de Lessing, donde sostiene la necesidad de
abolición de la sociedad civil. La carta es citada por Andreu Rodrigo en
Lessing, Escritos filosóficos y teológicos.
2
Muchos creen, incluso entre los masones, que masonería y francmasonería
son dos cosas distintas. En absoluto, ambas denominaciones son la misma
cosa y se utilizan indistintamente.
3
ÁLVAREZ REY Leandro, Diego Martínez Barrio y la Masonería andaluza y española del siglo XX. REHMLAC:
Revista de Estudios Históricos de la Masonería Látinoamericana y Caribeña (Universidad de Costa Rica), 2009.
4 GUERRA VÍCTOR,
Masonería en Asturias, 2007.
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