Un seguit de biografies que han quedat en l’oblit i que un seguit de persones han volgut recalvar-les
Biografías del 36
Revolucionarios,
extranjeros, judíos, anarquistas, trotskistas, bordiguistas, olvidados,
internacionalistas, disidentes, exiliados, apátridas y otros malditos
de la Guerra de España
Autores:
Bourrinet, Philippe
Bülow, Andreas
Casciola, Paolo
Comotto, Agustín
Chevalier, Pierre
Fernández, Eulogio
Gascón, Antonio
Guillamón, Agustín
Nelles, Dieter
Páez, Emilià
Rosés, Sergi
Biografías:
Militantes
Blackwell, Russell
Candoli, Turiddu
Davoust, George
De Leone, Mario
Di Bartolomeo, Nicola
Fábregas, Joan Pau
Feingold, Benjamin Jacob
Fernández, Jaime
Fernández-Grandizo, Manuel (véase Munis)
Freund, Hans David
Gervasini, Virginia
Götze, Ferdinand
Grunfeld, José
Gudell, Martín
Kjelsø, Aage
Krehm, William
Landau, Kurt
Lecci, Aldo
Lewin, Martha y Arthur
Low, Mary y Breá, Juan
Maguid, Jacobo
Malaquais, Jean
Martín, Antonio
Masó, Albert
Michaelis, Rudolf y Margarethe
Munis
Orr, Charles y Lois
Ortiz, Antonio
Pace, Renato
Péret, Benjamin
Pérez, Manuel
Prudhommeaux, André
Radowitzky, Simón
Rebull, Josep
Rous, Jean
Russo, Enrico
Sanz, Ricardo
Schröder, Fred
Sedran, Domenico
Weisbord, Albert
Wolf, Erwin
Zecchini, Bruno
Policía
Narwicz, Leon
Biografías de cada autor:
Philippe Bourrinet: Turiddu Candoli, George Davoust, Benjamin Jacob Feingold, Aldo Lecci, Jean Malaquais, Renato Pace, Bruno Zecchini
Andreas Bülow y Paolo Casciola: Aage Kjelsø
Paolo Casciola: Mario De Leone, Nicola Di Bartolomeo, Virginia Gervasini, Kurt Landau, Enrico Russo, Domenico Sedran.
Agustín Comotto: Simón Radowitzky
Agustín Comotto y Emilià Páez: Jacobo Maguid
Pierre Chevalier: Jean Rous
Eulogio Fernández: Jaime Fernández
Eulogio Fernández y Agustín Guillamón: Munis
Antonio Gascón y Agustín Guillamón: Antonio Martín
Agustín Guillamón:
Joan Pau Fábregas, Mary Low, Albert Masó, Leon Narwicz, Antonio Ortiz,
Benjamin Péret, Manuel Pérez, André Prudhommeaux, Josep Rebull, Ricardo
Sanz
Dieter Nelles: Ferdinand Götze, Arthur y Martha Lewin, Rudolf y Margarethe Michaelis, Fred Schröder
Emilià Páez: José Grunfeld, Martín Gudell
Sergi Rosés: Russell Blackwell, Hans David Freund, William Krehm, Charles y Lois Orr, Albert Weisbord, Erwin Wolf
Coordinación: Paolo Casciola y Agustín Guillamón
Maquetación: Agustín Comotto
Traducciones: Agustín Guillamón y Sergi Rosés
Introducción
Este
libro es una recopilación de biografías. No es, pues, un diccionario
biográfico de carácter exhaustivo. El requisito exigido a cada entrada
biográfica era muy sencillo: que el biografiado hubiese estado en España
durante el periodo de la Guerra civil española. Y además, aunque no era
una cláusula estipulada, ha resultado finalmente que todos ellos
estuvieron en algún momento dado en la ciudad de Barcelona. Quedaban
excluidos de la lista de entradas los nombres más conocidos, esto es,
aquellos que ya tenían hecha alguna biografía amplia o eran muy
conocidos. Es esta una línea divisoria difícil y un tanto ambigua; por
ejemplo: ¿Benjamin Péret y Munis son, o no son, lo bastante conocidos?
En este último caso primaba cierta coherencia interna, ya que sus
biografías, unidas a la de otros componentes de la Sección
Bolchevique-Leninista Española (SBLE), permitían elaborar un panorama
completo de ese grupo, más cohesionado si cabe con la publicación de la
biografía del policía Leon Narwicz. Esta biografía del agente de la NKVD
y del SIM era además un nudo o cruce que enlazaba a los militantes
trotskistas de la SBLE (Munis, Sedran, Jaime Fernández, Wolf y Freund)
con el militante del POUM Albert Masó. Otro factor inevitable, y en
ocasiones insuperable, ha sido la disponibilidad de una biografía
aceptable y la expresa autorización de su autor para publicarla.
Por
otra parte, la existencia de once autores distintos en la elaboración
de las distintas biografías, con cuarenta y dos entradas, hace que el
libro resultante sea inevitablemente heterogéneo. Aunque también es
cierto que ha sido frecuente el intercambio desinteresado de datos e
informaciones en las redacciones finales de algunas entradas, así como
una estrecha colaboración entre autor y traductor en las tareas de
traducción desde el francés y el italiano al castellano.
Existen entradas biográficas que son resultado de un proceso de investigación muy riguroso y completo (George Davoust, Aage Kjelsø,
Kurt Landau, Antonio Martin, Munis, Jean Rous), y otras que son meras
noticias, breves notas o recopilaciones de datos del biografiado (Wolf,
Moulin, Prudhommeaux, Ortiz).
Sea
como fuere, el libro responde muy bien a su subtítulo:
“revolucionarios, extranjeros, judíos, anarquistas, trotskistas,
bordiguistas, olvidados, internacionalistas, disidentes, exiliados,
apátridas y otros malditos de la Guerra de España”, al ofrecer
una visión nueva sobre las personas reales y concretas que decidieron
venir a España para luchar contra el fascismo y participar en la
revolución en curso: extranjeros, en su mayoría exiliados italianos o
alemanes en Francia y Bélgica. La nacionalidad también es un concepto
difuso e incluso de aplicación problemática, no solo para los apátridas
antifascistas alemanes e italianos, sino también en el caso del
hispano-mejicano Munis, el lituano-estadounidense Gudell, el
franco-polaco Malaquais, el hispano-brasileño Manuel Pérez: mejor
llamarlos internacionalistas, porque tal era su vocación e
identificación, y así preferían que se les conociera.
Las
biografías de esos extranjeros, fuertemente marcadas por su experiencia
española, se complementan con la de unos pocos españoles, que
participaron en la guerra y la revolución desde posiciones de decisión,
influencia, conocimiento y compromiso, inimaginables para los
extranjeros. Españoles que, a causa de la derrota de la revolución y de
la guerra, también se convirtieron, a su vez, en exiliados, apátridas y
desterrados. Entre éstos las diferencias son abismales y muy diversas,
desde la experiencia bélica de Antonio Ortiz y Ricardo Sanz, que de
delegados de Columnas de milicianos anarquistas en Aragón pasaron a
combatir como soldados de un ejército regular en la Segunda Guerra
Mundial, hasta la fecunda experiencia revolucionaria y vital de Munis;
desde el temprano asesinato y la monstruosa difamación del líder
anarquista de la Cerdaña, Antonio Martin, hasta la desconocida
experiencia política de Joan Pau Fábregas, impulsor y firmante del
Decreto de Colectivizaciones y Control Obrero; desde la fructífera
teorización de las experiencias históricas del proletariado y sus
rigurosas críticas al POUM, realizadas por Josep Rebull, hasta el
periplo aventurero de un hombre de acción como Albert Masó.
Sin embargo, lo más emocionante del libro son esos nudos o puentes que aparecen de vez en cuando en algunas entradas biográficas, en las que de repente se entrecruzan
varias biografías, enlazando inesperadamente las experiencias vitales
de varios de ellos. Esos nudos aparecen recios y gigantescos en las
biografías de Leon Narwicz, Albert Masó, Martín Gudell y Josep Rebull.
De vez en cuando surgen breves e inesperadas conexiones, como el
conocimiento o amistades comunes que enlazan a personas tan distintas
como Aage Kjelsø y
Jaime Fernández, o bien a Jean Malaquais y Josep Rebull. Pero las
conexiones, puentes, nudos y cruzamientos son múltiples y variados,
casuales o determinantes en ocasiones, casi siempre sorprendentes y muy
significativos.
Dejamos al lector la capacidad de hallar y conectar las distintas biografías cruzadas
que aparecen en este libro, que muchas veces se complementan y amplían,
como es el caso de las biografías de Radowitzky y Gudell, o bien de
todos los norteamericanos y británicos, desde Krehm y Blackwell hasta
Low y los Orr, a su vez muy interesados algunos de ellos en las críticas
de Rebull al CE del POUM.
Es
este un libro que ya hemos calificado de heterogéneo, tanto por la
disparidad de las biografías que presenta, procedentes de ideologías,
experiencias, compromisos, orígenes y naturalezas tan variadas, como por
la multiplicidad de los autores que intervienen. El libro tiene, sin
embargo, una sorprendente homogeneidad temática en cada una de sus
entradas y en el conjunto resultante: el combate individual y colectivo por la revolución social
en una Barcelona que parecía ofrecer la posibilidad de cambiar el
mundo. Una Barcelona en la que se iba a escribir “otra historia”, la del
intento de liberación de los condenados a la esclavitud asalariada. La
Barcelona revolucionaria se había convertido en tierra de acogida de
exiliados, apátridas y desterrados de todo el mundo, en refugio y amparo
de los malditos de siempre. La Barcelona revolucionaria ofrecía la
esperanza de un mundo mejor y la oportunidad inmediata de un combate
abierto y decisivo contra un fascismo extendido a Italia y Alemania, que
amenazaba la península ibérica.
Tal
es la fuerza de esa esperanza y de esa posibilidad de combatir contra
el fascismo y por la revolución social que el lector avisado puede ver
como transforma a los protagonistas de distintas biografías, como sucede
clarísimamente, por ejemplo, con Kurt Landau, que de burócrata enredado
en inútiles maniobras grupusculares se convierte, en Barcelona, gracias
al impulso revolucionario de los trabajadores en la calle, en un activo
luchador por la revolución social y su extensión mundial. No fue el
único. El
estallido de la guerra civil española en julio de 1936 abrió, para
todos los exiliados políticos refugiados en Francia, Bélgica o España,
la posibilidad de salir de la inactividad forzosa en la que se veían
reducidos, para participar en la que se anunciaba como una profunda
revolución social: Candoli, De Leone, Di Bartolomeo, Feingold, Russo,
etcétera.
Y
ése es el principal tema que da homogeneidad al libro y que unifica a
las distintas y variadas biografías personales que se recogen: la
Barcelona revolucionaria de 1936-1937, en la que el combate individual
se fundía en una guerra de clases que ofrecía la posibilidad de luchar
contra el fascismo y transformar el mundo.
De
la lectura de todas las biografías en conjunto se pueden extraer los
siguientes puntos fundamentales de interés histórico o de debate
teórico: los puntos 1 al 6 son de interés histórico y los puntos 7 al 10
se abren al debate teórico colectivo.
PUNTOS DE INTERÉS HISTÓRICO Y DE DEBATE TEÓRICO:
1. Un
esbozo histórico del grupo trotskista oficial, la SBLE, que encontramos
en las bios de Munis. Jaime Fdez, Aage Kielso, Adolfo Carlini… y del
grupo trotskista heterodoxo, Le Soviet, que se nos presenta en las bios de Virginia Gervasini y Nicola Di Bartolomeo.
2. Un
esbozo histórico de la escisión de la Fracción (bordiguista) provocada
por las tesis contrapuestas sobre la naturaleza de la revolución y de la
guerra en España de 1936. Los argumentos del debate entre la minoría y
la mayoría son extremadamente interesantes y su conocimiento es
imprescindible para teorizar las experiencias revolucionarias del
proletariado español. Algunos veían en el antifascismo el peor producto
del fascismo y la derrota de los principios y de la revolución; otros
creían que el antifascismo era el único combate posible. Ahí están las
bios de Russo…
3. La
transformación del Centro único internacional de refugiados
antifascistas (CUIRA) en la Columna internacional Lenin del POUM, primera unidad miliciana formada por extranjeros, al
igual que el Grupo Internacional de la Columna Durruti, que combatieron
en el frente de Aragón meses antes de la formación de las Brigadas
Internacionales.
4. El
fallido intento de celebración en Barcelona, el 18 de julio de 1937, de
una especie de “nueva ·conferencia de Zimmerwald” de la Guerra de
España, y la edición en francés del número único de la revista Juillet,
que preparó el debate de esa conferencia internacional, que la
represión que sucedió a los hechos de mayo, desencadenada el 10 de junio
en la Cerdaña y el 16 de junio en Barcelona, hizo imposible. Es la bio
de Landau.
5. La
deriva contrarrevolucionaria iniciada en octubre-noviembre de 1936 y la
constante renuncia a los propios principios ideológicos impregna las
biografías de los militantes anarquistas españoles y extranjeros. Sea
como fuere, la biografía de Joan Pau Fábregas, promotor del Decreto de
Colectivizaciones y Control Obrero, y su exclusión del gobierno de la
Generalidad es de conocimiento imprescindible, así como la respuesta a
la pregunta de si nos hallamos ante un reformista, un revolucionario o
un oportunista. Respuesta que sólo puede encontrarse en un análisis
profundo de la naturaleza del proceso revolucionario existente realmente
en la Barcelona de 1936-1937.
6. Las biografías de Landau, Masó y Rebull abren paso a una nueva y distinta concepción del POUM,
que a causa de la brutal represión estalinista sufrida en 1937-1938
tuvo que cerrar filas y convertirse en un partido victimista. Rebull
constató que el POUM había dejado de ser un partido revolucionario, Masó
protagonizó la venganza del partido contra sus verdugos y Landau
intentó que el POUM aglutinara a nivel mundial una revitalización del
movimiento obrero internacional. Finalmente no se pudieron celebrar ni
el congreso nacional ni el internacional, que se habían convocado para
el 18 de junio y 18 de julio respectivamente. Así, pues, no hubo
posibilidad de que aflorasen y se debatieran las rigurosas críticas de
Rebull a Nin (que aún no era un icono sagrado) y al CE del POUM, ni
mucho menos que la conferencia internacional se convirtiese en la cuna
de una nueva orientación revolucionaria del movimiento obrero mundial.
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