El
16 de febrer de 1977 ja havia denunciat davant el Jutjat núm. 2 de Barcelona
les tortures policials, com ara ‘la manta’ i ‘la barra’, que va patir durant
dies a la Prefectura de Via Laietana durant l’estat d’excepció del govern de
Suárez i Martín Villa.
TRAMUNTANA
VERMELLA MAIL 01/09/2015
L’Escala (Alt Empordà).-
Martín villa, Samaranch i companyia |
El dijous
24 de febrer de 1977, quan encara el company Piñero tenia problemes per caminar,a
causa de les tortures patides a la Prefectura Superior de Policia de Barcelona,
a Via Laietana, va fer una roda de premsa a la seu de l’Associació de Familiars
i Presos Polítics de Barcelona, on va detallar les tortures i se’n va fer ressò
la premsa, com ara el diari EL PAÍS (1) o la revista VINDICACIÓN FEMINISTA,
entre altres publicacions.
Ara,
ens explica a TRAMUNTANA VERMELLA MAIL que des de finals de 2014 s’afegí amb el
seu cas de febrer 1977 a la denominada querella argentina contra el crims del franquisme
(2), emparat en la legislació internacional de les Nacions Unides sobre Justícia
Universal, en el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal núm. 1,
de Buenos Aires, a la República Argentina, a càrrec de la jutgessa María Servini
de Cubría, la Querella 4591/2010, nominada “N.N. per genocidi i/o crims de lesa
humanitat comesos a España per la dictadura franquista entre el 17 de juliol de
1936, començament del cop cívic militar, i el 15 de juny de 1977, dada de
celebració de les primeres eleccions democràtiques”.
(1) “Denuncia por supuestos
malos tratos a un militante de la CNT.
EL PAÍS. Enric Canals.
Barcelona VIERNES 25 FEB 1977.
Miguel Diego Piñero Costa,
militante de la CNT que fue detenido el pasado 30 de enero en un bar de
Barcelona, junto a otros 46 miembros de la citada organización, ha presentado
una denuncia, por supuestos malos tratos recibidos durante su detención, ante el
juzgado de instrucción número dos de Barcelona. El señor Piñero Costa fue
puesto en libertad por el juez el pasado 16 de febrero, trasladándose
seguidamente al Hospital Clínico de Barcelona donde fue examinado por el médico
de urgencia que dictaminó: «Contusiones de evolución de varios días con
localizaciones en región dorso-lumbar, dorso, pies y manos, contusión y erosión
en codo derecho, erosión con equimosis lineal en muñeca derecha. Se califica de
pronóstico menos grave.» Esta información fue facilitada en el transcurso de
una rueda de prensa convocada por la Asociación de Familiares y Amigos de
Presos Políticos […]”.
(2) “Denuncia personal de Miquel-Dídac Piñero Costa,
Documento Nacional de Identidad […],
como ciudadano español, con domicilio en L’Escala y nacido en esta misma
localidad el 17 de noviembre de 1950, provincia de Girona (España) […] sobre
los 18 días que pasó en la sede de la Jefatura Superior de Policía de Barcelona
(30 de enero a 16 de febrero de 1977) y en los cuales sufrí vejaciones, malos
tratos y torturas.
Todo empezó a media mañana del
domingo 30 de enero de 1977 en el restaurante de la bodega bar ‘La Fuente’, de
Barcelona (España), calle Rosselló núm. 530, cuando el Cuarto Grupo de la
Segunda Brigada Regional de Investigación de la Jefatura Superior de Policía de
Barcelona, penetró metralleta en mano i colt, acompañada de un numeroso
despliegue de refuerzo a cargo de agentes de la Policía Armada de entones, con
furgones para presos, deteniendo a 46 personas, la mayoría de nacionalidad
española, entre las cuales había un ciudadano portugués, dos ciudadanos italianos
y una ciudadana francesa. Una vez
detenido, fui esposado junto al ciudadano italiano y destacado resistente
antifascista en Francia e Italia durante la Segunda Guerra Mundial Umberto
Marzocchi, de 76 años. Seguidamente
fuimos conducidos en furgones policiales a la sede de la Jefatura Superior de
Policía de Barcelona y, personalmente, aislado i encerrado en una pequeña
mazmorra en el sótano de dicho edificio, situado en la Vía Laïetana de
Barcelona.
En una nota informativa de la
Jefatura Superior de Policía de Barcelona del 30 de enero de 1977, titulada
‘Detención de 46 individuos que asistían a una reunión de la “Conferencia
Peninsular de la Federación Anarquista Ibérica”’, se relata los seguimientos,
las detenciones en la referida bodega bar, con la mención de “se irrumpió en la
bodega”, y textualmente que todo correspondía a “llevar a feliz término el
servicio policial”.
“La sauna” o “La manta”
En primer lugar doy testimonio
personal de la tortura llamada “la sauna” o “la manta” en argot policial
español de 1977, que había sido muy practicada per la Gestapo alemana durante
la Segunda Guerra Mundial para obtener violentamente información y así poder abrir diligencies previas
auto-inculpatorias, cosa que puede provocar asfixia cerebral, a causa de un
colapso pulmonar i falta de riego de sangre en el cerebro. Yo estaba esposado
en una silla metálica cuando un grupo de agentes de la Segunda Brigada Regional
de Información lanzó café sobe mi rostro y me cubrió con tres mantas, mientras,
por encima de estas mantas, me sostenía un agente la garganta con sus pies y
sentía sobre mi cabeza los golpes de gruesos listines telefónicos de la
provincia de Barcelona, quedando totalmente sudado, sin aliento, con la boca
completamente seca y sometido a un cosa que sufrir al cabo de unos días de
estar encerrado en esta jefatura, a primeros de febrero de 1977, durante una
noche.
A más de la tortura de “la
barra”, en el argot policial español, o “palo de loro” en América, en la
Jefatura Superior de Policía de Barcelona, en el edificio que aún existe en la
Vía Laïetana, en manos del entonces denominado Cuarto Grupo de la Segunda
Brigada de Investigación de esta jefatura durante los 18 días que estuve
detenido en febrero de 1977 durante el último estado de excepción decretado por
3 meses a finales de enero de aquel año y que por tratarse de una reunión en
una bodega bar para hacer las oportunas gestiones para legalizar una asociación
política histórica española no tuve ni remota idea de que las personas reunidas
seríamos detenidas aquel domingo 30 de enero de 1977, con la aplicación de
aquel estado de excepción, cuando aún no
se habían legalizado partidos ni sindicatos, no había libertades democráticas
ni el proceso constitucional fruto de las posteriores elecciones legislativas,
al no tratarse de ninguna organización subversiva o conspirativa la asociación
que se había de decidir en asamblea nacional su legalización cuando fuera
posible, cosa que se hizo posteriormente,
aunque personalmente ya no estaba afiliado.
En la edición del semanario ‘Cuadernos
para el Diálogo’, del 17 de septiembre de 1977 (núm. 229, páginas 22 i 23), en
un dossier titulado ‘La tortura en
España: Informe’, se expone que “Miguel Diego Piñero Costa afirma que des de su
detención el 30 de enero [de 1977] hasta su traslado al Palacio de Justicia el
16 de febrero fue sometido a malos tratos, tanto físicos como morales, en
repetidas ocasiones [...] malos tratos -ha escrito el propio Piñero en la
revista ‘Pax’, órgano de los no violentos- durante los interrogatorios que culminaron
en torturas que me han agotado moralmente y dejado todo tipo de dolencias en mi
cuerpo”. I sigue con mi relato de
febrero de 1977, en el caso de la tortura llamada “la sauna”, “… fue sometido a
‘la sauna’, que consiste en una lenta asfixia que hace sudar todo el cuerpo
mientras se reciben golpes, por estar cubierto por tres mantas, bien apretadas,
que sentado y con la cabeza inclinada y sostenida con los dos pies de un
funcionario producen asfixia y angustia…”.
Durante mi traslado de los
despachos de jefatura a la celda donde estaba encerrado y aislado, en los
sótanos de la jefatura, conseguí unas aspirinas de un practicante sanitario
ante mi estado físico para hacer reaccionar mi cuerpo después de haber sufrido
“la sauna”.
Declaro que estas torturas
tenían un significado netamente político, concretamente por mi colaboración en
el semanario ‘ESPOIR’, de Toulouse (Francia), que dirigía la periodista
Federica Montseny Mañé, que había sido ministra de Sanidad del gobierno
republicano de Largo Caballero entre 1936 y 1937. A lo largo de los
interrogatorios y torturas repetidamente los agentes hacían mención a
conspiraciones subversivas dirigidas por esta antigua ministra exilada de la
República española y querían que yo personalmente declarara contra su persona sobre cuestiones que la
criminalizaran, una forma de impedir que pudiera volver del exilio y liderar
grandes discursos de masas, como oradora que era y así sucedió a partir de
junio de 1977.
“La barra” o “El palo de
loro”
Tortura 'la barra' que va patir Piñero |
Cuando varios agentes
intentaron introducirme en el sótano de jefatura, el oficial responsable de las
pequeñas celdas de aislamiento, miembro de la Policía Armada, se enfrentó a los
agentes de la Segunda Brigada y les obligó a subirme a la sala de torturas, ya
que mi estado era tal que este oficial no quiso hacerse responsable en caso de
fallecimiento a causa de la dura tortura de aquella noche. Seguidamente, los
agentes colocaron un colchón al lado de un radiador de calefacción al cual fui
esposado.
En la mañana del 13 de febrero
fui trasladado a un despacho en que pasé esposado a una silla metálica tres
días, donde mandaba ‘El Asturiano’ y ante el cual presté declaración antes del
16 de febrero de 1977, en que fui
traslado, al atardecer, junto a otros compañeros al Palacio de Justicia de
Barcelona. La madrugada del 16 de febrero la pasé en los calabozos del sótano
de jefatura, a la espera de fuera fichado (fotografías y huellas
digitares). En el Palacio de Justicia me
esperaba el abogado Mateu Seguí.
Fui ingresado en el servicio de
urgencias del Hospital Clínico de Barcelona, que certificó mis heridas
provocadas por estas torturas una vez el juzgado de guardia en el Palacio de
Justicia, después de denunciar las tortures y que el médico forense certificara
que tenía lesiones físicas, me dejó en libertad sin ningún tipo de cago ni
abrir diligencias judiciales en el entonces Tribunal de Orden Público (TOP), a
pesar que había firmado una declaración en jefatura en que reconocía mi
militancia en el grupo de afinidad Tramuntana. Estas torturas y malos tratos
los denuncié posteriormente en un juzgado de
la Audiencia de Girona, pero nunca más tuve noticia de esta.
El certificado médico del
Servicio de Urgencias del Hospital Clínico y Provincial de Barcelona, expedido
el 17 de febrero de 1977, relativo a mi
persona, afirma que yo tenía “contusiones de evolución de varios días con
localización en región dorsolumbar, ambas masas gemelares, dorso pies y manos,
contusión y erosión en codo derecho, erosión con equimosis lineal en muñeca
derecha. Se califica de pronóstico menos grave”.
Tengo que añadir que la reunión
en que fui detenido era democrática y pacífica. Como ejemplo de ello se da el
caso que una de las personas detenidas, Francisco de Paula Soler Amigó, “está
cumpliendo el Servicio Militar en el C.I.R. 1, 11 Compañía, del 3 Batallón, en
Colmar Viejo (Madrid)”, según consta en la propia Nota Informativa de la
Jefatura Superior de Policía de Barcelona, cosa que, a mi entender, muestra el
hecho que un joven en servicio militar de ninguna manera hubiera acudido a una
reunión subversiva o conspirativa.
En el Informe de Amnistía
Internacional de 1977 se hace constar que a pesar de la muerte del general
Franco en España, la tortura era
entonces todavía sistemática y extendida, según una de las conclusiones del informe
oficial de esta entidad internacional que había elaborado con los datos
conseguidos por una comisión investigadora que visitó España en 1977. En el mencionado informe se
constataba que en España se vulneraban con estas prácticas los derechos humanos.
Con ello, el Estado español, ya que la tortura tenía lugar también en las
cárceles, pero la mayoría de los malos tratos se verificaban en las comisarías,
en donde se mantiene a los arrestados durante días sin ser presentados al juez."
(*) Floreal Radresa Isgleas (Perpinyà, 1946-Palafrugell, 1997), pintor, antiquari i agitador cultural, era membre del grup d'afinitat TRAMUNTANA. A partir de la seva mort, l'any 1997, aquest grup d'afinitat anarquista comunista es diu TRAMUNTANA FLOREAL, en el seu record".
(*) Floreal Radresa Isgleas (Perpinyà, 1946-Palafrugell, 1997), pintor, antiquari i agitador cultural, era membre del grup d'afinitat TRAMUNTANA. A partir de la seva mort, l'any 1997, aquest grup d'afinitat anarquista comunista es diu TRAMUNTANA FLOREAL, en el seu record".
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