dilluns, 2 de febrer del 2015

Barcelona 4F: Quan una imatge no val més que mil paraules


Escrit redactat pel primer grup de suport als presos del 4F


[Indymedia Barcelona 02/02/2015]
Escrit redactat pel primer grup de suport als presos del 4F, que ha lluitat des d’una premissa contra les presons, arrel del fil argumental de “Ciutat Morta”, documental emès el 17 de gener.



Barcelona 4F: Cuando una imagen no vale más que mil palabras
Como primer grupo de apoyo a los presos del 4F queremos posicionarnos frente a la línea argumental de “Ciutat Morta”, así como ante las afirmaciones que se han hecho en nombre del 4F después de su emisión en TV3, el día 17 de enero de 2015.
Para quien no estuvo ahí aclaramos que, como asamblea de apoyo a los 3 presos, funcionamos desde el mismo día de los hechos hasta después del juicio en 2008 y algunxs de nosotrxs seguimos implicadxs hasta la libertad total de Álex y Juan en 2011. Hacemos pública nuestra visión con conocimiento de causa.
Este grupo de apoyo a presos sostuvo la lucha bajo la premisa anticarcelaria, entendida ésta como una denuncia permanente al Sistema -basado en la desigualdad- y a su aparato represivo; dentro del cual la cárcel es una de sus herramientas punitivas tendientes a mantener y reproducir el orden social-económico y político actual.
El producto audiovisual no documenta hechos, sino que se posiciona ante ellos. Son lxs autorxs quienes hablan a través de los testimonios, quienes articulan el mensaje a través del guión y el montaje. No hay respuestas a las que no preceda un cuestionario -aún cuando no sea explícito. Es su punto de vista el que crea el objeto y no al revés. Y son sus premisas ideológicas las que analizaremos a continuación.
Ciutat Morta presenta como una lucha individual frente a un error del sistema judicial lo que fue, en realidad, un caso político enmarcado en la lucha anticarcelaria. La opción narrativa escogida, la explotación mediático-sentimental, no sólo es amarillista sino que además invisibiliza el contexto de criminalización en el que tuvieron lugar las detenciones, y a los colectivos libertarios y antirrepresivos que se solidarizaron con el caso. Al reducir el 4F a unxs individuxs que luchaban por su inocencia se crea la figura de la víctima. Esta deformación de la realidad desmerece todo lo conseguido gracias a la solidaridad, hecho insultante para quienes nos implicamos directamente y para toda la red internacional que apoyó la lucha.
En el 2006, lxs 6 imputadxs que obtuvieron la libertad con cargos después de pasar a disposición judicial asumieron el camino marcado por la jueza: no vincularse con los 3 presos, ni con el grupo de apoyo y optar por una defensa en solitario. Durante años de criminalización al movimiento okupa y lxs antisistema fuimos señaladxs, una y otra vez, como culpables, y no nos referimos sólo a los presos, sino a todxs lxs que exigíamos su libertad. Estas 6 personas, siguiendo el consejo de sus abogadxs, se desentendieron de cualquier acción colectiva, como si ésta no fuera con ellxs o pudiera perjudicarles. A nivel representativo, esta desvinculación a la pertenencia al movimiento okupa y/o a la ideología antisistema, usada como argumento para probar la inocencia, también se hace patente en el film, hasta el punto de hacer desaparecer la lucha anticarcelaria que sustentó el 4F.
Además, desde su propia visión eurocentrista, valida los discursos racistas y xenófobos que pretende denunciar. Presenta el racismo institucional de los cuerpos de seguridad como una anécdota paradójica y, otra vez, personal. Siempre según Ciutat Morta lxs europexs serían por definición blancos. Nos choca profundamente que al hablar de un policía negro, se centre la atención en el adjetivo (negro) y no en el sustantivo (policía). Esto se evidencia cuando justo después de hacer hincapié en su color de piel se le muestra, durante un eterno minuto, golpeando un saco, con toda la carga de contenido que conlleva esta sintaxis fílmica. Aquí, el abuso de poder no se basa en cuestiones raciales; la relación de fuerzas se da entre la policía y personas. Insistiendo en la paradoja de que un mulato insulte a un sudamericano, trasmite la idea de que toda persona negra es por definición extranjera, y como tal, según la cinta, estaría menos legitimada que un policía blanco a insultar y/o torturar.
En ambas versiones de Ciutat Morta, la tesis final es la Verdad; que no es otra que presentar un testigo que confirmaría la existencia de un Verdadero Culpable. Esto se reiteró en la rueda de prensa del 20-01-15, y en posteriores entrevistas a los medios (ver entre otras [https://www.youtube.com/watch?v=POZzut6nj0o]). 
Asimismo, el fragmento del famoso testigo encapuchado -que fue eliminado en la segunda versión de la cinta por las numerosas críticas que recibió después del estreno- terminó siendo usado como bomba mediática, por los directores de la película presentándolo en exclusiva en el programa PuntCat de TV3. Alimentando un poco más el circo mediático. 
Desde la perspectiva anticarcelaria y de la red de solidaridad de la que formamos parte activa, la Delación, como una acción y un valor legítimo en pos de la Justicia y la Verdad, es inadmisible.
Ciutat Morta y lxs que hoy luchan por la reapertura del caso en base a este testigo-delator chocan frontalmente con los principios que sustentan la lucha por la libertad de los presos. ¿Hasta dónde son capaces de llegar para demostrar inocencias, limpiar honores y memorias? Creemos que la respuesta está en el mismo film, cuando informa que los datos del testigo ya han sido presentados a la Fiscalía. Nos encontramos de nuevo ante la situación de que, quien tiene voz, se cree con derecho a representar a lxs demás y, peor aún, a iniciar acciones legales en su nombre. Sin ir más lejos, a Juan Pintos no se le mostró el resultado final de “Ciutat Morta” antes de empezar a distribuirla. Pero más grave es que nadie le informó de que se estaban tomando decisiones que le influían directamente y con las que no está de acuerdo. “Creo que es necesario dejar bien claro que no me representa en lo más mínimo el camino que se ha recorrido este último tiempo, como mínimo desde la emisión de Ciutat Morta en Tv3”- Juan Pintos.
[http://es.squat.net/2015/01/26/comunicado-de-juan-pintos-detenidoencarce/]
Ningún éxito de taquilla nos hará ver con buenos ojos este tipo de políticas de hechos consumados.
A pesar de que en días posteriores algunxs corrigieran este discurso delator, el mensaje de “Ciutat Morta” sigue siendo el mismo, y esto ha promovido que se abran campañas ciudadanas que exigen la reapertura del caso, renovando así su confianza en la Justicia, que supuestamente cometió un error excepcional hace 9 años. Esto desdibuja y termina por invalidar el discurso de que la responsabilidad es del sistema, de sus instituciones y de su aparato represivo.
Creemos que Ciutat Morta encaja muy bien en el contexto actual de descontento social en ascenso y de desconfianza en las instituciones. Se erige como una bandera más en las luchas contra las injusticias, en boca de todxs. Asimismo políticos y periodistas, los mismos que sustentaron el montaje y la criminalización, ahora se apresuran a sumarse a la indignación ciudadana con la creación de comités de crisis post-emisión y terminan exigiendo la reapertura del caso. Todo esto apropiándose del caso 4F, con la mezquina intención de no perder audiencias, votos y consumidores.

Dicho todo esto, querríamos que este texto, lejos de crear polémicas, contribuya a profundizar los debates y sacar a la palestra los temas mencionados. El 4F no es un caso aislado, puede que emblemático pero no extraordinario, es la norma. Que nuestro esfuerzo crítico no se centre en este caso en concreto, sino en la lógica que los genera todos. 

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